¿ES LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL LA CAUSA DE QUE EXISTAN PAÍSES POBRES Y RICOS?

La Revolución Industrial fue un evento significativo en la historia económica y social que contribuyó a la formación de patrones económicos y a la divergencia entre países ricos y pobres. Sin embargo, no es la única causa de que actualmente existan países pobres y países ricos, aunque si es la principal para entender porque algunos países han conseguido tanto crecimiento y desarrollo económico frente a otros.

La Revolución Industrial, que tuvo lugar principalmente en el siglo XIX,  comenzó en Gran Bretaña y rápidamente pasó con éxito al continente. Posteriormente se extendió a otras partes del mundo.

Durante este período, las naciones industrializadas no solo logaron  alcanzar hasta entonces el líder, si no que se unieron a él para formar un  grupo de innovadores que ha hecho progresar conjuntamente las fronteras tecnológicas del mundo hasta entonces. Todas estas naciones experimentaron un  rápido crecimiento económico impulsado por avances tecnológicos, la  mecanización de la producción y la expansión del comercio. A medida que  estas economías se volvían más productivas, acumulaban riqueza y poder.

Además a finales del siglo XIX, se desarrollaron industrias completamente novedosas en los países ricos, participando todos ellos en la creación de nuevos sectores. También adoptaron programas universitarios fuertes obteniendo grandes beneficios económicos. Todo esto acentuó más las diferencias entre los países ricos y aquellos que todavía no habían logrado este grado de desarrollo e industrialización. 

Por otro lado, la mayor parte de i+d de todo el mundo se la llevado a cabo  en los países ricos. Por lo tanto, los nuevos productos y procesos se  ajustaban a su necesidades y circunstancias, en concreto el alto nivel  salarial de los países ricos les indujo a inventar productos que economizaba  mano de obra incrementando el uso de capital. Esto provocó una espiral ascendente de progreso: los salarios elevados  promovieron una producción mas intensa en capital que, a su vez, produjo  salarios más altos. Esta espiral fue fundamental para el crecimiento de la  renta de los países ricos.

Por el contrario, esto no fue posible en los países pobres, puesto que tenían un  bajo nivel salarial. Además todos estos no pudieron incorporar la  tecnología de los países ricos ya que esta utilizaba enormes  cantidades de capital por trabajador y toda esta inversión  solamente compensaba cuando los salarios son altos en relación  con los costes de capital, cosa que no ocurría en los países pobres, por lo que la incorporación de esta tecnología tan avanzada no  era rentable incorporarla  en los países pobres.

Esto equivaldría a decir que los países ricos han vivido un  modelo de desarrollo basado en salarios elevados que estimularon la  inversión de tecnología que ahorrara mano de obra. El uso de esta  tecnología aumentó al subir la productividad laboral, y con esta, siguieron  creciendo los propios salarios.  Los países pobres no tuvieron esas condiciones: tenían salarios,  bajos y capital caro, por lo que debían apañárselas con tecnología arcaica y  rentas bajas. 

Sin embargo, además de la Revolución Industrial, otros  factores también han influido en la brecha entre países ricos y  pobres. Uno de ellos es el colonialismo, las regiones que no experimentaron una  industrialización temprana o que estaban sujetas a formas de  explotación colonial a menudo quedaron rezagadas en términos de  desarrollo económico. La falta de acceso a la tecnología, la  educación y los recursos, combinada con la explotación de recursos  naturales por parte de potencias coloniales, contribuyó a la disparidad económica entre las naciones industrializadas y las que  no lo eran.

También influyó la geografía y los recursos naturales puesto que algunas regiones tenían acceso a recursos naturales  abundantes, mientras que otras carecían de ellos, gracias a  esto podemos entender porque la revolución industrial tuvo  lugar en Europa puesto que era la región que mayor acceso al  carbón tenía entre otras cosas. Esto ha tenido un impacto en  el desarrollo económico y la capacidad de las naciones para  industrializarse. 

Por último, la globalización tiene una gran importancia a la hora de  entender esta diferencia entre los países pobres y ricos puesto  que la primera globalización dio lugar a la primera gran divergencia donde Europa consiguió una gran industrialización a causa del nacimiento de la Revolución Industrial en Gran Bretaña, dejando atrás al resto de países y continentes que a día de hoy siguen inmersos en la pobreza como es el caso de Asia, África o América Latina.